
El brócoli es uno de los vegetales más completos en términos nutricionales. Su alto contenido de sulforafano lo convierte en un potente antioxidante capaz de neutralizar radicales libres y prevenir daños celulares. Además, su aporte de fibra favorece la digestión y contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal.
La remolacha es rica en nitratos naturales, que ayudan a mejorar la circulación sanguínea y reducen la presión arterial. También contiene betalaínas, pigmentos con propiedades antiinflamatorias que protegen el hígado y facilitan la eliminación de toxinas del organismo.
El pimiento rojo no solo aporta un sabor vibrante a las comidas, sino que también es una fuente extraordinaria de vitamina C, esencial para la síntesis de colágeno y la protección del sistema inmune. Su contenido en licopeno, un carotenoide antioxidante, ha sido vinculado con la prevención del cáncer de próstata.
El repollo o col es un vegetal económico y accesible que ofrece grandes beneficios: contiene compuestos azufrados que apoyan la función hepática y mejoran los procesos de desintoxicación del cuerpo. Su consumo regular también se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La calabaza aporta una gran cantidad de vitamina A en forma de betacarotenos, esenciales para la salud ocular y la regeneración celular. También es rica en potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial y promueve el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular.